Carlos Cruz
Redescubriendo Panamá – Azuero
Fiestas patrias, fines de semana largos, viajes familiares… En especial los viajes familiares son muy comunes en el mes de noviembre, lo cual es bueno. Sin embargo, y como ya he mencionado en pasados post, muchos panameños optan por viajar fuera del país gastando miles de dólares en vez de invertir algunos cientos en turismo interno. Claro, es decisión de cada quien, pero no me canso de abogar por que nos quedemos a pasar nuestras vacaciones en suelo patrio y así conocer y disfrutar de las bellezas que tiene Panamá. Yo tomé la decisión de hacerlo hace un tiempo y estoy seguro que ha sido una de las mejores decisiones que he tomado para mi y principalmente para mi familia; además, del aporte que damos a la economía local y por ende a los pequeños y medianos comerciantes. Por supuesto, no digo que vayas a los hoteles grandes, las grandes cadenas con todo incluido (pero tú lo decides); lo que yo hago y recomiendo es consultar al oráculo Google y preguntar por los pequeños hoteles de tipo hostal (no se engañen, hay muy bonitos y cómodos) antes de viajar al interior, hago mi reserva y planifico mi viaje. Desde que empecé con esta aventura de Redescubriendo Panamá, sólo hemos tenido buenas experiencias con los lugares en los que hemos estado.
Preparando el viaje
Como dije antes, empiezo buscando lugares que llamen mi atención en Google. Mis criterios personales son: que haya naturaleza donde tomar un paseo y hacer muchas fotos. Con naturaleza me refiero a que haya alguna cascada, Río, montaña o playa cerca donde podamos pasar un momento agradable y por supuesto hacer mis fotos. Otro asunto importante que hay que considerar es la alimentación en el lugar al que quieras ir. Normalmente ya sé donde voy a comer, porque he ido antes, pero la idea es encontrar un restaurante tipo fonda, donde pueda disfrutar de una rica comida criolla, que ya quedan pocos. La seguridad es importante, sobre todo si viajas con tu familia, así que hay que asegurarse de llevar medicamentos necesarios para enfermedades conocidas y las comunes, además de un botiquín de primeros auxilios, ya que probablemente estés en un sitio alejado de centros hospitalarios.
Destino Azuero – El Valle de Antón
Finalmente, en nuestras vacaciones de fiestas patrias nos fuimos a la región de Azuero. Nuestra primera parada fue en El Valle de Antón, pero no en el pueblo, en los sitios que todos conocen; fuimos al Cerro de la Cruz, desde donde hay una gran vista del Valle y alrededores. El clima era templado, llovía levemente, pero no nos impidió subir a lo alto y tomar algunas fotos. La verdad había bastante gente en el sitio, disfrutando de la vista. La carretera para llegar al mirador es de asfalto, pero bastante empinado cuesta arriba, por lo que debes asegurar que tu vehículo tenga las condiciones necesarias.
Otro sitio que visitamos en El Valle fue el chorro Las Mozas, o más bien el Río Antón, a la entrada del chorro. Este es un sitio bajo la protección del Ministerio de Ambiente y se debe pagar un dólar a la entrada, lo cual es ínfimo para lo bello del lugar. Eso sí, obviamente el agua es fría, pero vale la pena tomar un baño. Como siempre, yo aproveché para hacer muchas fotos. En este lugar llegan familias a pasar un rato agradable en las aguas poco profundas del Río y otros van en busca de aventura, ya que para llegar al chorro hay que caminar un poco, pero el Trail no es muy pesado.
Chiguirí Arriba, Penonomé
Llegando a Penonomé, tomamos la carretera hacia Soñadora, y de ahí dele hacia arriba por unos 50 minutos a una hora se encuentra Villa Tavida, una reserva privada con un pequeño hotel de montaña. Allí se encuentra una espectacular caída de agua, con una fuerza tal que desplaza el aire a su alrededor como si fuera un vendaval. Al llegar al hotel (no es necesario estar hospedado) se pagan $5 dólares por persona para visitar la cascada. Desde la recepción ya se escucha la caída de agua y al caminar un par de metros hacia atrás de la recepción, se puede observar el chorro imponente entre la vegetación. Definitivamente, es un lugar que recomiendo visitar, la cascada, pero el hotel mismo lo dejo a tu elección, ya que los rates por noche me parecen altos para mi gusto. Aclaro, no digo que no valga la pena, pero ya es cuestión de cada quien.
Rode trip hasta Los Santos
Esa mañana nos levantamos muy temprano y a las 6:00 am ya estábamos en la carretera y después de haber ido a la cascada en Villa Tavida, nos dirigimos a la provincia de Los Santos. Nuestro destino principal era el pueblo de Pedasí, pero es imposible que nos quedemos en un solo lugar, así que en nuestra agenda ya había varios lugares que queríamos volver a visitar y otros a los que queríamos ir por primera vez.
Esta vez nos hospedamos en las cabañas de Pucha García, que se llama La Casa de Pucha. Es un lugar muy bonito y cómodo, a sólo minutos de Playa El Toro (a pie o en carro), está rodeado de naturaleza y hay unas grandes hamacas que te invitan a acostarte y pasar el día haciendo nada. Lamentablemente no era una opción para nosotros quedarnos quietos. Son básicamente dos cabañas disponibles para alquilar, pues la tercera es justamente donde vive Pucha y su familia. Nuestra estadía fue muy agradable y la atención de primera, de parte de la propia Pucha y su esposo. El costo por noche fue de $80 dólares, lo cual me pareció bien.
Aún estando en Pedasí, había un destino secundario que no habíamos definido. Teníamos la duda entre ir hasta Cambutal (muy lejos) o tomar un tour a Isla de Cañas para el avistamiento de tortugas. Cabe señalar que este tour nos fue ofrecido por Pucha, entre varias opciones que nos dieron. Finalmente tomamos el tour a la isla, pero luego les cuento de eso.
Llegamos un viernes por la tarde y de inmediato fuimos a playa El Toro a tomar un baño leve y hacer fotos. Para el sábado en la mañana me fui a la playa a captar el amanecer, lo cual fue un espectáculo. Mas tarde nos fuimos a la playa Los Desfiladeros, la cual no conocíamos, y pasamos un rato entre los charcos que se hacían entre la salida del Río y el mar. Las formaciones rocosas nos proporcionaron un escenario ideal para hacer fotos de larga exposición, ya que las olas chocaban contra las rocas. Luego de un tiempo allí, seguimos nuestro camino hacia el pueblo de Cañas, donde tomáramos la lancha hacia la Isla de Cañas. Al llegar al puerto, que está en un inmenso estero, nos esperaba un bello atardecer, con tonos amarillo, celeste y azul. Nuevamente hicimos varias fotos, cuando de pronto a lo lejos vi un cocodrilo abriendo la boca, cerca de la orilla contraria, lo cual nadie me creyó porque fui el único en verlo. Mas tarde, cuando llegó el capitán de la lancha nos confirmó que en el área viven, no uno, ¡varios cocodrilos!
Partimos hacia la isla a eso de las 6:45 pm, puesto que el avistamiento se hace por la noche, que es cuando arriban las tortugas a la playa. El viaje no es largo, pero no fuimos a toda máquina por la oscuridad. Al llegar, lo primero fue un corto recorrido en el pueblo y una explicación sobre la población y actividades, para luego tomar una rica cena hecha en casa. De allí salimos en una carreta tirada por un caballo y el guía nos iba explicando sobre el trabajo voluntario que realizan para preservar las tortugas. Cada año son cientos de miles de tortugas que nacen en sus playas y que son resguardadas por la población organizada. Lo malo es que se estima que sólo tres de cada cien tortugas logran sobrevivir para llegar a su etapa adulta… ¿triste o impactante? Tal vez ambas cosas. Sin embargo, nos comentó también el guía que todo el esfuerzo que ellos hacen ayuda a que ese 3% de sobrevivencia se eleve al 5%... what? Sí, así como lo lees… quiere decir que muy probablemente sobrevivirán cinco de cada cien tortugas. No sé qué piensen ustedes pero yo creo que esta gente se merece una medalla. Por ejemplo, nuestro guía nos decía que el se sentía contento con subir del 3 al 5% las posibilidades de sobrevivencia de tortugas, aunque obviamente le gustaría que fuera mucho más.
Bien, la cuestión fue que disfrutamos al 100% la experiencia. Nos permitieron liberar con nuestras manos a varias tortuguitas recién nacidas que estaban en uno de los viveros artificiales. Luego de una hora más o menos, vimos arribar la primera tortuga y aquello fue un espectáculo sin igual. Nos quedamos a ver cómo abría un hueco en la arena para hacer su nido; luego, la vimos depositar los huevos y posteriormente cerrar nuevamente el hueco con sus aletas traseras. Terminamos cerca de las 11:00 pm. El tour costó $45 dólares por persona e incluía el costo de la lancha, cena, avistamiento y guía… bastante bien, ¿cierto?
El Photoshoot
Llegó el domingo, el día de volver a la capital. Algo que no había mencionado fue que ya había arreglado una sesión de fotos con Bastian Barnmeck, el mismo que está nominado para Héroes por Panamá 2017 #Héroes2017 … el man es un caballero y se nota su humildad y humanidad al conversar con él. Me habló brevemente del trabajo que realiza en Waved Fundación y lo difícil que es conseguir apoyo del público y empresa privada. Una desventaja que mencionó es que en Panamá no hay tantos surfistas para sustentar su programa de “Un dólar por ola”, así que ha tenido que crear ideas innovadoras. Por ejemplo, ha diseñado un trofeo rotativo que va de empresa en empresa recaudando fondos. En realidad, el trofeo es una gran alcancía donde las personas depositan sus aportes voluntarios; también diseñó recientemente un trofeo mas pequeño, que espera distribuir en hoteles y otros negocios para que las personas en general aporten. De hecho, le hice la foto al trofeo, que luego utilizaron para su promoción en Instagram.
Espero que disfruten de las fotos que hice y pueden comentar si gustan.
Como siempre, les invito a recorrer su país y seguir #redescubriendopanama
Gracias!
@carloscruzfotografiapty
@redescubriendo_panama